
Phraya Nakhon Cave y Kui Buri
Fecha del viaje: Julio de 2024
Esta es la continuación de nuestro viaje por Tailandia. El día anterior habíamos llegado hasta este fantástico hotel Dolphin Bay Resort desde Ayutthaya, donde habíamos estado visitando los templos por la mañana. Puedes leer aquí ese artículo sobre la visita a Ayutthaya.
Recomendaciones importantes
- Muy recomendable la visita a la cueva de Phraya Nakhon, es una excursión muy divertida y bonita. Incluye senderismo por un entorno selvático, la propia cueva con la maravillosa vista del templo iluminado por la luz solar que se cuela por arriba, y vuelta en barca a motor (incluso posibilidad de baño en la playa si os apetece)
- Para esta excursión dos cosas importantes: Llevad agua para el tramo final, fijo que la necesitaréis. E intentad estar en la cueva entre las 10:00 y las 11:00, que es cuando el sol ilumina el templo.
- Para la excursión a Kui Buri, recordad que tenéis que llevar dinero en efectivo, y que los tours de avistamiento salen entre las 14:00 y las 16:00 solamente. A parte de eso, mucha suerte con el avistamiento.
Día 7
Como siempre, empezamos el día madrugando. Si quieres maximizar la probabilidad de que sea un gran día, es lo primero que hay que hacer.
Para ese día teníamos prevista la visita por la mañana a Phraya Nakhon Cave, luego volver al hotel (son solo 15 minutos de coche), descansar como una hora en la piscina, comer, y hacer entonces la visita al segundo parque nacional del día, el de Kui Buri, que es el mejor sitio de Tailandia, y seguramente de todo el sudeste asiático, para ver elefantes en completa libertad.
Este segundo parque estaba algo más lejos, a una hora de distancia, cerca de la frontera con Myanmar. Estos dos sitios fueron una de las razones que nos empujaron a alquilar coche en Tailandia, ya que están alejados de los circuitos turísticos, y llegar hasta aquí sin tu propio vehículo es mucho más lento o mucho más caro. Es una región del pais poco explotada por el turismo extranjero, y merece mucho la pena. Especialmente si te gustan los elefantes... Una cosa es verlos, e incluso bañarlos, en alguno de los muchos santuarios que hay por todo Tailandia, y otra es verlos en completa libertad.
Hay otros parques nacionales donde también viven elefantes en libertad, pero la probabilidad de verlos es mucho menor. Por ejemplo, el de Khao Sok (donde estuvimos días después, y en el trekking que hicimos había carteles advirtiendo de la presencia de elefantes salvajes, pero no vimos ninguno) o el de Khao Yai, donde no hemos estado (aún) y por lo que he leido parece que sería otra buena opción para intentar avistarlos (aunque con una probabilidad, por lo que he leido, diría que claramente menor que en Kui Buri).
En la primera foto de la izquierda, nuestro bungalow, con salida directa al estupendo jardín. De camino al desayuno, estamos un rato en los columpios que tenemos allí mismo.
Este hotel era fantástico. Después de los columpios, un fantástico desayuno buffet en la terraza, con vistas a la playa. No hay mejor manera de empezar el día. Luego, a por el coche, para llegar hasta el aparcamiento del primer parque nacional del día, el Khao Sam Roi Yot, donde haríamos la excursión a Phraya Nakhon Cave, situado sólo a 15 minutos del hotel.
Con el Google Maps llegamos sin problema (nuestra tarjeta SIM tailandesa funciona a las mil maravillas hasta en las regiones más recónditas de Tailandia), aunque en esta ocasión no habría hecho ni falta, está muy bien indicado en la carretera. El aparcamiento, amplio, está junto a la playa de Bang Pu, casi en la misma arena. Hay un par de chiringuitos allí mismo, donde se puede tomar algo o comprar botellas de agua (Imprescindible llevar suficiente agua para la subida final) y al lado una pequeña cabina donde comprar los tickets de entrada al parque nacional. Las entradas nos costaron 500 baht (200 por adulto y 100 por Inés).
Abajo podéis ver un cartel con un pequeño mapa, y los tres tramos en que se divide la ruta que vamos a hacer. Este primer tramo (en el mapa, el de color lila y parte del tramo azul) os lo podéis ahorrar (si queréis caminar lo mínimo) cogiendo un bote que os lleve hasta el siguiente punto. El bote rodea el saliente por el camino de color rojo, por el mar, hasta dejaros en la playa de Laem Sala.
Nosotros a la ida hicimos esa parte caminando, que subes hasta un mirador que es bastante chulo, y a la vuelta lo hicimos en bote, que también tiene su encanto y fue divertido. No es necesario que reserves bote de vuelta al comprar los tickets, lo puedes hacer después, cuando estés de vuelta, y decidir como quieres volver según lo que te apetezca en ese momento.
Abajo, fotos de este primer tramo, que desde el mismo comienzo es cuesta arriba (no es una subida larga) hasta llegar a un mirador muy chulo donde tienes vistas a la playa donde has dejado el coche, y a la que está al otro lado del saliente, hacia donde se dirije la ruta, esta vez ya cuesta abajo. Este tramo, desde la salida hasta la playa de Laem Sala pasando por el mirador, serán unos 25 minutos, incluyendo parada en el mirador.
En la foto de arriba a la derecha, camino del mirador, vistas de la playa en la que hemos dejado el coche. En esta parte de Tailandia, una cosa que me llamó la atención es que el mar parecía un lago, por la ausencia casi total del más mínino oleaje. Abajo, ya en el mirador, fotos hacia la otra playa, hacia la que nos dirigíamos, ahora cuesta abajo.
Y una vez abajo, hay que caminar unos 10 minutos a lo largo de la playa hasta donde empieza el tramo más duro del recorrido. Es una playa más bonita que la anterior, llena de cocoteros, y sin urbanizar excepto por un chiringuito en el que podéis comprar agua si no lo habéis hecho antes. En la subida que viene ahora, yo me bebí una botella entera. Además, también hay un columpio muy chulo en primera línea donde sacarse una foto bastante bonita.
En las dos fotos de abajo, en la primera aproximándonos al comienzo de la subida, y en la segunda ya en plena subida. Este último tramo es sin duda el más duro de todo el camino. No es largo, nada largo, pero es verdad que debido al calor y la humedad, se hace más pesado que si tuvieras que hacer esa misma subida aquí en España. Yo, como dije antes, me bebí una botella entera de agua durante la subida.
Como dice el cartel de la foto de arriba, la distancia total hasta la cueva en este último tramo son 430 metros, no es mucho, pero es en constante desnivel. Nosotros tardamos como unos 25 minutos en hacer la subida hasta la cueva. Inés y Patricia subieron sin problema, tenían que esperarme continuamente.
Y por fin llegamos a la cueva... Al llegar a la entrada, el camino comienza a descender adentrándose en su interior poco a poco hasta llegar a un punto en que tienes la visión buscada de toda la sala en su amplitud, con el pequeño templo iluminado por la luz que se cuela por el orificio superior.
Al parecer, la mejor hora para verlo es entre las 10:00 y 11:30 de la mañana, que es cuando la luz del Sol que se cuela por el lucernario superior, incide sobre el templo. Nosotros llegamos a la cueva sobre las 10:15, y el templo estaba iluminado, como se ve en las fotos.
Este pequeño templo data del año 1890, cuando el rey Rama V mandó construirlo después de una visita a la cueva. Tiene un gran simbolismo para los tailandeses, y una gran importancia histórica y cultural.
El templo también se puede observar desde el lado contrario, subiendo a una especie de pequeño mirador que hay dentro de la cueva.
Y ya de vuelta en la playa de Laem Sala, decidimos que la vuelta desde allí la haríamos en barca en vez de caminando por el mismo camino que a la ida, pasando por el mirador. Por dos razones, una que estábamos cansados, y dos, que realmente hacer la vuelta en una de las barcas a motor es una experiencia muy divertida.
Es muy sencillo, la gente de las barcas tienen una cabaña en la propia playa. Te acercas y dices que quieres volver en barca. Por un walkie llaman a la otra playa para que venga una barca a recogerte, solo tienes que sentarte y esperar un poco. El precio por una barca para los tres fue de 200 baht (unos 6 euros). Abajo, fotos de la llegada de la barca, y el paseo hasta la playa donde teníamos el coche.
Esta excursión la verdad es que nos gustó mucho, fue muy variada. El paseo inicial pasando por el mirador fue muy chulo, luego la playa de Laem Sala, donde descansamos un poco, y por último la cueva, con la bellísima imagen del templo iluminado por la luz del Sol. Y como colofón, la vuelta en barca hasta el punto de partida.
Cogimos el coche y volvimos al hotel, donde nos esperaba como una hora de relax en la piscina...
Y después del relax en la piscina, a cambiarnos al bungalow, y a comer en el fantástico restaurante del hotel, que nos estaba esperando ya el parque nacional de Kui Buri. Esto sí que son vacaciones.
Hasta el parque nacional hay una hora en coche desde el hotel. Un detalle importante: Una cosa es el centro de visitantes del parque nacional, y otra la zona de avistamiento de elefantes. No están muy lejos una de la otra, pero son dos sitios distintos. Lo que tienes que poner en el Google maps para llegar al sitio correcto es "Wildlife watching area". Los últimos km especialmente son muy chulos, por una zona muy verde, con una vegetación exhuberante, que parece que te va a salir un elefante de la expesura en cualquier momento. La carretera acaba allí, no se puede ir más lejos.
Una vez en el sitio, aparcas y vas a la oficina para comprar los tickets. La entrada al parque es de 200 baht por adulto y 100 por niño, y el alquiler completo de una ranchera con su conductor y guía es de 850 baht. Si compartes la ranchera con más personas, pues sale más barato. Nosotros reservamos una para nosotros tres, para ir más cómodos. Además alquilamos unos prismáticos, que eran 50 baht. En total pagamos 1400 baht por todo (unos 39 euros). Importante: No admiten tarjeta, tenéis que llevar efectivo.
No se puede reservar online, hay que comprar las entradas allí mismo, pero no os precupeis, no tendréis problema. Otro detalle importante es el horario. El avistamiento de elefantes funciona de 14:00 a 18:00. Eso quiere decir que el último tour sale aproximadamente a las 16:00, así que no hay que despistarse... Nosotros estábamos allí a las 15:00. El tour dura algo menos de 2 horas, y consiste en recorrer parte del parque en la ranchera por los caminos, haciendo algunas paradas en zonas de avistamiento.
Existe la posibilidad de que recorriendo esos caminos que podéis ver en las fotos, justo tengáis la suerte de que algún elefante se cruce de repente, o esté pastoreando junto al camino. A nosotros no nos pasó, mala suerte. A parte de esa posibilidad de ver elefantes durante el camino de forma casual, hay 3 o 4 paradas previstas en miradores hacia zonas amplias de pradera donde es mucho más probable llegar a verlos. Ahí es donde los vimos nosotros.
Abajo, en uno de los miradores, y foto de una manada de búfalos, que son fáciles de ver durante el recorrido.
Y por fin, en uno de los miradores, pudimos ver a los tan deseados elefantes. Realmente, nos hubiera gustado verlos más cerca. Aunque en la foto de la derecha se ven muy bien, está sacada con teleobjetivo, pero bueno, mejor eso que nada. Por lo que he leido por internet en algún relato de otros viajeros, es posible tener la suerte de verlos más cerca en el propio camino, pero eso debe ser más improbable que pase. Esto son animales en libertad, así que no se atienen a horarios.
Y con la alegría de haber podido ver elefantes, volvimos al coche y emprendimos el camino hacia el hotel. Si no tienes transporte propio y quieres visitar este parque, tendrías que contratar una excursión privada, y por lo que he podido ver por internet, los precios están sobre los 130 euros por persona. En detalles como este puedes ver la cantidad de dinero que te puedes ahorrar por el hecho de alquilar un vehículo en tu viaje a Tailandia (además de la libertad y flexibilidad que te da).
Paramos por el camino a echar gasolina. Sobre las 18:00 ya estábamos en el hotel, ya en pleno atardecer. Aprovechamos para darnos un baño en la piscina y dar un paseo por la playa. Luego, la última cena en el restaurante del hotel, que tanto nos había gustado. Nos fuimos pronto a dormir, que al día siguiente teníamos un largo viaje para llegar a la isla de Koh Tao. Aquí podéis leer el artículo sobre los días que pasamos en las paradisíacas playas de Koh Tao
Gastos del día:
Entradas Phraya Nakhon Cave: 500 baht
Aparcamiento: 20 bath
Barca de vuelta de la cueva: 200 baht
Comida: 1342 baht
Visita Kui Buri: 1400 baht
Cena: 1100 baht
Total: 4562 baht (unos 126 euros)
Volver a Inicio