Los viajes de Hyparco
Logo

Nysa


Fecha del viaje: Octubre de 2013

Esta excursión forma parte de un viaje de seis días a Turquía. Ese día habíamos salido después de desayunar de Pamukkale con nuestro coche de alquiler. El día anterior por la tarde habíamos recorrido las terrazas de travertino y las ruinas de Hierápolis (podéis ver el relato aquí).

La antigua ciudad de Nysa está a 113 km de distancia de Pamukkale, que se hacen en poco más de una hora. Nos pillaba más o menos de camino al aeropuerto de Esmirna, desde donde salía nuestro vuelo a Madrid con escala en Estambul.

Recomendaciones importantes

  • Este sitio está un poco a desmano de todo, está especialmente dedicado para todos aquellos viajeros/exploradores que aman las ruinas antiguas olvidadas por el mundo.
  • En verano aquí tiene que hacer bastante calor, importante tener agua a mano, aunque tampoco hay que caminar mucho para ver lo más representativo.
  • En el pueblo cercano, Sultanhisar, hay tiendas y algún restaurante. Absolutamente local todo, aquí no hay turistas.

Esta ciudad estaba dedicada al dios del vino, Dionisio, quizá por que básicamente se dedicaban a la agricultura, al cultivo de vides y olivos para producir vino y aceite (además de cereales).

La ciudad está totalmente dejada de la mano de dios, en mitad del campo. Hay que llegar al pequeño pueblo de Sultanhisar, y coger una carretera de montaña que en pocos km te lleva a las ruinas. Realmente te las encuentras de golpe. Cuando fuimos nosotros, no había ni control de entrada, ni taquilla. Simplemente aparcabas el coche donde podías y te dabas una vuelta por el lugar. Posiblemente eso ahora en 2025 haya cambiado.

La verdad es que fue alucinante poder ver unas ruinas romanas de esa manera, como si las acabásemos de descubrir nosotros. Por supuesto, no había nadie más, y daba la impresión de que nadie más aparecería por aquí durante días. La zona es boscosa, está totalmente tomada por vegetación mediterránea. Solo los dos monumentos más visibles se nota que han sido limpiados y adecentados, que son el teatro y la biblioteca.

Abajo, fotos del teatro, que está más que aceptablemente conservado. Si estuviera en otro país, sería monumento nacional, pero aquí, que tienen tantos y tan buenos restos romanos, es simplemente un teatro más perdido en mitad del campo.

Y aparte del teatro, también está otro edificio que se piensa que pudo ser una biblioteca. No está tan bien conservada como la de Éfeso, pero permite hacerse una idea de cómo era. Abajo podéis ver fotos de este edificio.

Dimos una vuelta por el lugar, gran parte de la ciudad está aún por excavar, aunque será difícil hacerlo, por que los olivos centenarios están por todas partes. Hay algún sitio señalizado con cuerdas donde parece que hay algún tipo de excavación en marcha.

Por aqui cerca debería haber otro santuario dedicado a Plutón, otra entrada secreta al inframundo, pero no vimos resto de ella. Quizá es allí donde están ahora todos los antiguos habitantes de esta ciudad...

Nosotros, después del paseo, cogimos el coche y seguimos nuestro camino hasta el aeropuerto (a una hora y media de distancia), que teníamos un vuelo que coger.


Volver a Inicio