Castillo de Belalcázar
Fecha del viaje: Diciembre de 2023
Esta visita forma parte de un viaje más largo de cinco días que hicimos por Andalucía. Veníamos de Setenil de las Bodegas, donde habíamos pasado dos noches. De camino a casa, teníamos una noche más para hacer la vuelta más relajada, en dos etapas, así que decidimos hacer noche en Hinojosa del Duque, un pequeño pueblo de Córdoba que estaba cerca del castillo con la torre del homenaje más alta de España, el castillo de Belalcázar
En el pueblo de Belalcázar no vi ningún alojamiento, más que un albergue, así que reservé en una casa rural en un pueblo cercano, Hinojosa del Duque. La casa está situada en una hípica en mitad del campo, a las afueras del pueblo, así que si vais con niños es un muy buen sitio, por que pueden ver los caballos. Se llama "La Jara", y aquí tenéis el link de la casa. A nosotros nos salió por 74 euros una noche con desayuno, en una habitación bonita y bastante grande.
Recomendaciones importantes
- El turno de las 10:30 tiene menos gente que el de las 12:30. En nuestro caso, a las 10:30 estuvimos los tres solos con el guia, y cuando volvimos, para el de las 12:30 habría 8 o 10 personas esperando
- En el albergue que hay al pie de la colina, donde es el encuentro con el guia y empieza la visita, hay un bar que está muy bien para tomar algo antes o después de la visita
Llegamos a la casa rural ya de noche, así que lo único que hicimos fue cenar allí mismo, que tienen restaurante, y a dormir. Al día siguiente había que madrugar un poco, por que teníamos reservada visita guiada a las 10:30, y se tardaba en llegar desde la casa 14 minutos, en coche. Así que después de desayunar en la casa (el desayuno un poco justito, la verdad. Tostadas, café y zumo no natural), metimos las maletas en el coche y pusimos rumbo a Belalcázar.
Este castillo tiene una forma de visita muy particular, que hay que conocer de antemano para no correr el riesgo de llegar allí y no poder visitarlo. No se pueden sacar las entradas allí mismo, hay que reservarlas previamente por internet, y la visita es guiada.
De hecho, para visitar este castillo, tiene que ser obligatoriamente Sábados, Domingos o festivos en dos turnos: 10:30 o 12:30. La visita tiene una duración aproximada de una hora y media, y es totalmente gratuita. Lo único que hay que hacer reserva previa en esta web
En el link anterior puedes reservar la fecha y turno cuando quieres visitarlo, sin coste alguno. Nosotros estábamos los tres solos con el guia, un chaval joven bastante simpático que hizo la visita muy amena.
Aquí podéis ver un par de fotos subiendo con nuestro guia la colina hasta la entrada del castillo.
Este castillo fue construído en la segunda mitad del siglo XV como residencia de los Sotomayor, señores feudales de aquellas tierras. La torre del homenaje, que se conserva perfectamente, mide 47 metros de altura, y es la más alta de España. El castillo comenzó su ruina a partir de las guerras napoleónicas, ya que fue ocupado por los franceses, y después estuvo abandonado, usándose como cantera de materiales por las gentes de la zona.
Abajo, en la primera foto podemos ver la entrada al castillo, con la fachada llena de señales de impactos de artillería, de las guerras napoleónicas. En la segunda foto, la entrada a la torre del homenaje, podemos entender que esta torre se haya conservado tan bien. En el hueco de la puerta, y la ventana que hay encima, podemos ver que el grueso de los muros es de entre 3 y 4 metros... imposible derribarlo a cañonazos.
Junto con el guía, fuimos subiendo por las diferentes plantas, mientras nos contaba la historia del castillo, y de los señores que lo habitaron.
Y llegamos hasta la habitación de la última planta, techada con una bonita boveda de arista y que era, como puede suponerse, las habitaciones privadas de los duques, donde sólo ellos podían acceder. Y de ahí a la azotea, desde donde había una estupenda vista del pueblo de Belalcázar. Después de disfrutar un rato de las vistas, hicimos de nuevo todo el recorrido de vuelta, hasta abajo.
Como se puede ver en estas fotos de abajo, el muro perimetral del castillo está mucho peor conservado que la torre del homenaje
Volvimos caminando con el guía hasta el albergue que está al pie de la colina, allí nos despedimos de él, y vimos que se estaba preparando ya el grupo que iba a hacer la visita de las 12:30, habria igual unas 8 o 10 personas, y aún esperaban a alguna más. Parece mejor opción madrugar un poco.
Antes de seguir nuestro camino, entramos en el albergue, que tiene un bar muy agradable donde tomar algo. Incluso jugamos una partida de billar, que le gustó mucho a Inés. Luego, estuvimos un rato en la fuente del pilar, una especie de abrevadero-fuente del siglo XVI, hecho con recios sillares de granito. De los abrevaderos más grandes que he visto. Desde allí había muy buenas vistas del castillo.
Y una vez visto el castillo, volvimos a nuestro coche y seguimos nuestra ruta, esta vez a Almadén, donde teníamos reservada una visita a las antiguas minas de Mercurio, las más antiguas del mundo y que hoy son Patrimonio de la Humanidad. Una visita que no tiene desperdicio, y que contaré en otro artículo.
Por cierto, si algún día hacéis esta ruta desde Belalcázar hasta Almadén, la ruta más rápida por donde te envía el GPS son 49 minutos, pero hay otra ruta, 10 minutos más larga, que va directa hacia el Norte y luego gira hacia el Este, recorriendo parte del embalse de la Serena (el más extenso de España y el tercero de Europa). Unas tierras bastante despobladas, con paisaje mediterráneo, por donde campa el lince además de una fauna muy variada. A mi me gustó mucho esa ruta.
Volver a Inicio