
Afrodisias
Fecha del viaje: Octubre de 2013
Esta excursión forma parte de un viaje de seis días a Turquía. Ese día habíamos salido después de desayunar de Mármaris con nuestro coche de alquiler. Son 160 km en total que se hacen en poco más de dos horas.
No son unas ruinas muy visitadas, ya que están un tanto aisladas y lejos de los circuitos turísticos, pero resultan espectaculares. Tiene el encanto de esos lugares que hace mucho, mucho tiempo, fueron grandiosos y brillaban bajo el sol, pero el mundo acabó perdiendo su recuerdo y hoy yacen dormidos y olvidados en mitad de la nada.
De hecho, en estas ruinas podemos visitar el estadio mejor conservado del mundo que nos ha dejado la civilización romana. Por eso y otras muchas cosas, fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2017.
Recomendaciones importantes
- Un lugar bellísimo y poco visitado. Eso sí, para llegar tenéis que tener coche de alquiler, sino es difícil.
- Si vais en verano, no olvidéis agua y sombrero. No hay ni una sombra en todo el complejo, y tampoco fuentes salvo la cafetería de la entrada.
- Hay un buen restaurante donde comer al lado del aparcamiento. En realidad, en Turquía se come bien en casi cualquier sitio.
Dejamos el coche en una especie de descampado y fuimos a sacar los tickets. Aquí en la Turquía profunda todo es como muy familiar, muy de andar por casa, y es algo que nos encanta. No se si habrá cambiado desde 2013 que estuvimos nosotros, pero en aquellos tiempos, una vez sacas la entrada, te llevaban en tractor a las ruinas en sí, como podéis ver abajo.
Después de unos minutos de un divertido viaje en tractor, llegas a las ruinas. Podéis consultar el horario y datos de interés sobre las excavaciones en su web oficial, aquí. El precio pone que son 15 liras pero debe estar desactualizado, por que es demasiado bajo.
No se pueden comprar online ni falta que hace, como decía es un yacimiento con pocas visitas. Abajo tenéis un plano de cómo están distribuidos los principales monumentos.
Como se puede ver en el plano, la visita empieza por el museo, donde han hecho una especie de muro usando un montón de piedras con relieves tallados, que imagino no ha sido posible colocar en su lugar original, por haber desaparecido con el paso de los siglos (foto de abajo a la izquierda).
El resto de fotos son del Sebasteion, un complejo monumental dedicado al culto imperial romano y a la diosa Afrodita. Construido entre el 20 y el 60 d.C., durante las dinastías de Tiberio y Nerón, este santuario refleja la integración de las tradiciones artísticas helenísticas, romanas y locales. Como se puede ver, está bastante bien conservado.
Afrodisias fue una destacada ciudad de la antigua Caria, situada en el suroeste de la actual Turquía. Reconocida por su devoción a Afrodita, la diosa del amor y la belleza, la ciudad prosperó especialmente durante el período romano, convirtiéndose en un centro cultural y artístico de gran relevancia.
La abundancia de mármol de alta calidad en la región permitió el desarrollo de una prestigiosa escuela de escultura en Afrodisias. Las obras producidas aquí eran altamente valoradas y exportadas a diversas partes del imperio. Con la caída del imperio, Afrodisias acabó siendo abandonada ya en época bizantina después de varios terremotos que causaron graves destrozos.
En esa época, ya en plena edad media, ya no existían ni la organizacion ni los conocimientos para reconstruír lo perdido, y lo más fácil era abandonar el lugar, quedando en el olvido hasta su redescubrimiento a mediados del siglo XX. Abajo, unas fotos de esa época, cuando empezó la excavación y reconstrucción de la ciudad.
Desde el Sebasteion, la siguiente visita importante es el teatro, que también está muy bien conservado. Tenía capacidad para unos 8000 espectadores.
Abajo, fotos del templo principal de la ciudad, dedicado al culto, como no podía ser de otra manera, de Afrodita. Fue convertido en iglesia en el siglo V. Apenas quedan algunas columnas en pie, y un montón de piedras tiradas por todos los lados.
Y también nos acercamos a ver las termas de Adriano, de los que quedan bonitos y evocadores restos. Son llamadas así por que fueron construídos durante el reinado de este emperador, en el siglo II. Las termas estaban revestidas completamente de mármol, incluyendo paredes, suelos y piscinas, lo que subraya la riqueza de la ciudad y la disponibilidad de este material en la región.
De los baños son las tres primeras fotos de abajo, las siguientes son del estadio, un poco más separado del resto de monumentos, como a las afueras de la ciudad. Considerado uno de los estadios antiguos mejor conservados de la civilización romana, podía albergar aproximadamente a 30.000 personas y se utilizaba para competiciones atléticas y eventos públicos.
Y de vuelta desde el estadio a la salida, para completar la ruta circular que recorre la ciudad, llegamos al Tetrapilón. Construido alrededor del siglo II d.C., este impresionante monumento servía como entrada ceremonial al santuario de Afrodita, la deidad principal de la ciudad. El Tetrapilón conectaba la calle principal con el camino que conducía al templo de Afrodita.
Y de esta manera acabó nuestra visita a la mítica ciudad de Afrodisias. Junto al museo, en la entrada, hay un bar donde se puede tomar algo, y al lado del aparcamiento, desde donde sale el tractor, hay un buen restaurante donde comimos nosotros (bastante bien además) antes de continuar viaje hacia el destino final de ese día: Pamukkale (podéis pulsar aquí para ver el relato de la visita a Pamukkale y Hierápolis).
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